MALA LECHE

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“MALA LECHE”

La empleada domestica salió corriendo al escucharme gritar tan fuerte que la paralice cimbrando los vidrios y golpeando la base del piano con mi puño , no quería a nadie cerca de mí, todo esto estaba demasiado fuera de lugar, mi abuela entro al salón parándose frente a mí, tenia los brazos cruzados y la frente arrugada, se había enfadado conmigo otra vez, pero que podía hacer cuando lo único que quería era que me dejaran solo, si solo con la amargura que tenia, solo para no ofender a nadie, solo para llorar todo lo que tenía guardado dentro de mi pecho, sacar ese hoyo que tenía en medio de mi corazón y que no lograba llenar con nada, si quería que me dejaran completamente solo.

Ellos habían muerto por mi culpa, así que me sumergía en esta amargura que llenaba mi garganta y hacia que la bilis sustituyera mi sangre, era toda frustración y todo egoísmo, pero que podía hacer cuando te sientes sumamente miserable ante la vida misma.

__ “De verdad que esta vez te pasaste de la raya Edward” no creo haberte educado de esta manera tan irracional y por demás falta de modales que te falten, estoy demasiado disgustada, nunca te he pedido algo pero hoy es la excepción. --- la abuela me miraba y yo solo mantenía una de mis cejas levantada y la cara mirando al piso, claro que tenia vergüenza, pero ella no comprendía la frustración que sentía.

__ ¿Tú dirás abuela que puedo hacer por ti? --- ella se acerco unos pasos, y se puso a observarme con determinación.

__ Tengo que pedirte algo tesoro. ¿Puedes hacerme una promesa? --- era de lo más raro que la abuela me pidiera algo así, tal vez nunca en mi vida ella me había pedido algo y mucho menos una promesa.

__ Pide lo que quieras abuela, te aseguro que tratare de complacerte. ¿Qué promesa? --- se arrodillo junto a mí, y me tomos por el rostro mirándome fijamente, trate de moverme para que ella se sentara al lado mío, pero no me lo permito, el banquillo del piano era pequeño así que ella permaneció en la misma posición, no podía dejar de mirar sus ojos oliváceos, eran tan hermosos como los de mi madre.

__ Edward tengo que pedirte que aceptes una nueva terapista, hoy por la mañana fui al médico y me aconsejo un cambio de clima, un cambio sobre el nivel del mar, ya no tengo la edad para atentar contra mi salud, así que en cuanto llegue tu abuelo aremos los arreglos correspondientes para irnos a la casa de la playa, espero que entiendas que no podemos quedarnos aquí en Forks, la altura de las montañas me está matando el corazón. --- mi respiración se paralizo mis latidos eran rápidos y ruidosos, no podía ser que ella también me dejara solo, los ojos me picaban las lagrimas empezaban a acumularse en la comisura de ellos, pero era tan tonto y egoísta que baje la mirada clavándola en el piso, mi abuela se puso de pie y acarició con delicadeza mi enredado cabello, esto no puede estar pasando, fueron mis pensamientos.

__ Aceptare a una nueva terapista abuela, pero no me iré de Forks con ustedes, me quedo aquí, tengo que dejarlos que continúen con sus vidas y yo seguir con la mía. --- trate de sonreír consiguiendo solo una mueca falsa y de dolor, pero yo lo había dicho muy enserio, así que ya era hora que empezara yo solo, sin molestar a nadie.

__ ¿Es tu última palabra? ¿No quieres reconsiderar venir con nosotros? No te puedo obligar ya eres un adulto, un hombre hecho y derecho, pero no estaremos cerca cuando nos necesites, ¿Qué pasara si la terapista no te soporta tus majaderías? Ya no podre correr a tu lado en las noches de tormenta, hijo lo único que quiero es que estés bien ¿Lo entiendes verdad? --- por supuesto que lo entendía, pero mi corazón congelado no me permitía expresar el amor que sentía por mis abuelos, si no fuera por ellos mis hermanos y yo hubiéramos quedado desamparados al morir mis padres.

__ No te preocupes por mi abuela, ya es hora de que retome mi vida ¿no? tu lo acabas de decir, soy todo un hombre. --- ella permanecía con los ojos entrecerrados la incredulidad se reflejaba a leguas, ella no me creía, y estaba en lo correcto, el pánico que le tenía a las noches de tormenta me sobrepasaban, era un maldito trauma que no me habían podido borrar las terapias con el montón de psicólogos que me habían visto, tenia grabada en mi piel esa noche de tormenta, en cada una de mis cicatrices los recordaba a cada segundo.

__ Cariño si no me voy pronto este viejo corazón no resistirá mucho la presión de la montaña, piénsalo ¿Si? ¿Me lo prometes? --- mire a mi abuela tragándome las lagrimas que luchaban con todas sus fuerzas por derramarse en mis mejillas, pero no se los permití yo era más fuerte que mis estúpidos sentimientos ellos no me ganarían esta batalla, claro que no.

__ Prepara todo para que tu y el abuelo se marchen tan pronto contratemos a otra terapista abuela, te doy mi palabra que seré un adulto con ella. --- mi abuela sonrió y me dio un beso en el pelo pero antes de llegar al marco de la puerta se giro.

__ ¿Y cómo sabes que será una mujer? Qué tal si contratamos a un hombre. --- solo lo negué y ella entendió, no dijo mas y salió dejándome solo en el salón, entonces mis emociones se pusieron a flor de piel, no podía creer que estuviera llorando cuando me vi reflejado en el cromo del piano, no podía ser cierto que a solas pudiera derrumbarme de esta pendeja forma, era un completo idiota, ya hacía tiempo que había dejado de ser un niño, pero saber y comprender que podía perder a la abuela Esme me dolía demasiado.

Los días pasaban y un sinfín de personas pasaban frente de mi, las entrevistas y las recomendaciones no eran del agrado de la abuela, el abuelo Carlisle solo sonreía cuando ella le encontraba miles de pretextos a las terapistas, que si era muy joven, muy vieja, demasiado ruda, nada sensible al dolor ajeno, en fin habían pasado ya casi tres semanas y el semblante de la abuela estaba más decaído, así que tome una decisión, contrataría a la primera terapista que cruzara la puerta el día de hoy, sin importar lo que la abuela tuviera que decir.

Eran alrededor de las cuatro de la tarde de un viernes de julio cuando el timbre de la puerta sonó, la abuela se levanto del sofá donde descansaba y atravesó el salo sin ni siquiera mirarme, puse mi atención en la puerta pero nada ocurrió, no entro nadie así que solo espere a ver qué calase de persona yo contrataría el día de hoy, pero los minutos pasaron y después de casi dos horas por fin escuche que la puerta del despacho del abuelo se abría, unos pasos más unos pasos menos y yo me quede mirando atreves de la ventana al exterior como si no me importara para nada que la nueva terapista estuviera detrás de mi espalda, comportándome como un carbón asno, decepcionando sin duda a la abuela.

__ Cariñó mira déjame presentarte a la que será tu nueva terapista, asistente, y domestica. --- me gire como poseído, la abuela la había contratado para ser una completa niñera para mí, como era eso posible, al mujercita estaba descuidada mirando a los cuadros de las paredes menos a mí, quería mirar que cara ponía al verme, quería que ella pusiera la cara de decepción que ponían todas al verme.

__ Mire señorita Swan, el es mi nieto Edward. --- le dijo la abuela en tono cariñoso, la disque señorita por fin centro su atención en mí y me observó sin cambios en su rostro, me vi a mi mismo en el brillo de sus ojos grandes, una cortina espesa de pestañas los cubrían tenía el cabello en una coleta y la cara lavada no había maquillaje y sus labios estaban poco secos, ella recorrió con la mirada todo el salón y se detuvo al mirar mi malditas silla de ruedas, la detestaba más que tener una intrusa desconocida en casa, queriéndome hacer reaccionar las cabronas piernas que se me habían muerto en ese accidenté, tense la mandíbula para no ser más grosero que de costumbre, ella centro de nuevo su mirada en mi y de pronto hizo lo que ninguna de la otras había hecho el primer día.

__ Mucho gusto Edward es un placer trabajar para ti, espero poder hacer un buen equipo juntos, tengo que ponerme al corriente con tus expedientes y rayos X, pera poder hacer una buena evaluación y los métodos a seguir para tu recuperación. --- a ese punto mis abuelos sonreían, no podía negar que ella había hablado en voz muy profesional, aunque técnicamente yo me viera más viejo que ella, mi cuerpo actuó solo el muy traicionero, me vi a mi mismo tendiéndole la mano para estrecharla con la de ella que permanecía a la espera de la mía.

__ ¿Eres terapeuta certificada? --- mi voz sonó cavernosa muy airada, pero ella sonrió y encogió los hombros.

__ Te puedo decir que un accidenté te puede ocasionar trombosis cerebral-hemiplejia produce parálisis y una colisión te puede derramar la medula espinal y ocasionar los mismos síntomas, y sin contar con una desviación de los discos y pinchamiento de los nervios, eso te ocasiona el adormecimiento de las piernas y falta de sensación, no tienes fuerza y tu circulación es más lenta que el resto del cuerpo. --- Parecía muy segura de lo que decía así que no pude decir nada mas, solo me quede callado mirando y oyendo las miles de instrucciones que la abuela Esme le decía, ella a su vez las escribía en una libreta, le indico donde dormiría, era una pequeña casita en el patio trasero, era solo para los empleados así ellos estarían lejos de la casa principal, y no tendríamos que toparnos a media noche medio desnudos.

___ ¿Edward tienes alguna objeción para que la señorita Swan trabaje para ti? --- pregunto el abuelo Carlisle, tal vez estuviera esperando uno de mis arrebatos pero yo no quería perder a la abuela por una necedad mía.

___ No abuelo todo está bien por mí, ustedes pueden hacer los preparativos de su viaje cuanto antes, la señorita Swan y yo nos llevaremos lo mejor que podamos. --- una sonrisa maliciosa se formo en mi cara, esta mujercita que ahora reía por mis palabras no sabía en que se estaba metiendo, la abuela de seguro le había ofrecido una muy buena suma de dinero para que me soportara, y tolerara todas mis majaderías así que yo estaba dispuesto a hacerle la vida de cuadritos.

___ Edward la señorita Swan me pido que te dejara un momento a solas con ella, así que se lo concedemos y espero que tu cariño te sepas comportar como todo un caballero. ----- maldita mi puta suerte como era que la abuela le había dado ese derecho a la insignificante mujercita que estaba con su mirada puesta en mi maldita silla de ruedas, ggrrrrrrrrr un gruñido salió de mi garganta y lo simule con una tos ridícula tan ridícula como la falda que la señorita Swan llevaba puesta.

___ ¿Dígame que es lo que usted quiere hablar conmigo? ¿Qué yo sepa usted y yo no nos conocemos? ----- ella seguía mirándome y me daba más coraje y rabia que lo hiciera no me gustaba la lastima de nadie.

___ Precisamente por eso Edward, como no tenemos el gusto de conocernos pues es el momento de romper el hielo, ¿Te puedo pedir algo? Por favor no me digas Señorita Swan, me puedes decir simplemente Bella. ---- algo no cuadraba en todo este merequetengue, ella quería a toda costa tratarme como iguales y la verdad que yo no quería que ella perdiera el piso.

___ “No” tú eres una empleada y trabajas para mí, así que es mejor guardar las distancias. ---- fui seco y frio mirando para otro lado, su reflejo en el cristal de la ventana, dejaba al descubierto su rostro, ella bajo la mirada y solo se dio la media vuelta antes de marcharse la mire detenerse en el marco de la puerta y mirarme por unos segundos.

Ella no se burlaría en mi cara como lo había hecho Irina y sus hermanas, ninguna mujer lo haría nunca, me fui a mi cuarto más frustrado que enojado, la señorita Swan, me había declarado la guerra y eso estaba confirmado.

Los días habían pasado muy pronto mis abuelos ya tenían todo preparado para su partida, y llego el día, me desperté muy temprano por la mañana cuando mi abuela me dijo que ellos estaban a punto de salir rumbo a una isla del Caribe.

___ Los voy a extrañar muchísimo abuela pero tu salud es lo primero, cuando me sienta más confiado te prometo que los visitare, abuelo cuídala como un diamante. ----- los ojos me picaba no iba a dar el show delante de desconocidos la terapista estaba a mi lado como todos los días en la última semana.

___ Edward cariño cuídate y pórtate como el caballero que puedes llegar a ser. Bella querida, te encargo a mi nieto mira que puede llegar a ser insoportable pero te aseguro que él es un buen chico, solo necesita que alguien lo tolere. ¿Me lo prometes? ----- era demasiado la abuela pidiéndole promesas a esta empleada, vaya que ironia del destino, solo mire por la ventana cuando se subieron al taxi que los llevaría al aeropuerto, ni siquiera eso podía hacer por ellos.

   No podía negar que la señorita Swan tenía aguante, me la había pasado portándome como un patán, a escondidas de la abuela, ella me hubiera reprendido por todas mis acciones.

La terapista había resultado muy eficiente, era puntual para llegar a darme mis medicinas y darme los masajes dos veces por día, al principio la había estado ignorando como a las otras pero uno de los días después de que mis abuelos se hubieran ido paso algo que me sorprendió y la verdad no se lo dije, tenía miedo que ella terminara de subir su ego a la estratosfera del universo.

En una de las sesiones del hidromasaje sentí como me hormigueaban los dedos de los pies, ella entraba conmigo a la cámara de agua, en una short deportivo y un top, sería un maldito mentiroso si dijera que ella fuera fea, todo lo contrario, ella era guapa y tenía una figura estilizada.

___ Le puedo ofrecer algo más antes de retirarme señor. ---- me dijo con el rostro serio y calmado como todos los días antes de irse a la pequeña casita del patio, donde mi abuela la había instalado para su propia comedida, lejos de mis majaderías sin dudas.

___ Solo quiero que me des un libro que está en la repisa del comedor, tiene las pastas doradas y unas letras rojas. ---- ella no respondió nada solo salió de mi cuarto y a los dos minutos regresó con el libro en las manos, lo acariciaba como si quisiera tumbarle el polvo.

___ Utopía es uno de mis favoritos, aunque no tengo la edición de coleccionistas, como tú. ----- mire fijamente su rostro, ella miraba las pastas del libro con ternura y me dieron ganas de preguntarle a quien le recordaba, pero que carajos me importaba a mí.

___ Pues no es uno de mis favoritos, solo lo leo porque me da sueño, es medio aburrido. ---- ella levanto la mirada encontrándose con la mía, y puedo jurar que tenía los ojos húmedos, rápidamente deposito el libro en mis piernas y se giro, la vi como mordía su labio inferior, supongo para evitar llorar frente de mi.

___ Te veo mañana señor Cullen. ----- y el silencio absoluto cubrió mi cuarto, empaje mi silla haciendo rodar las ruedas, la vería por mi ventana como lo hacía cada noche que ella se retiraba a descansar, la mire atravesar el patio, y detenerse en la fuente del jardín superior, cubrió su rostro con sus manos y fue todo, cerré las persianas de golpe, una sensación de culpa me había invadido, me tumbe en la cama, tratando de leer el libro.

De pronto en la obscuridad una silueta frágil se iba acercando a mí, de momento no podía identificar de quien se trataba pero su voz serena y sensual me hablo al oído al abrir mis sabanas i meterse en ellas,

___ ¿Puedo quedarme contigo esta noche tengo miedo? ---- solo respondí con un movimiento de cabeza, Isabella Swan estaba metida en mi cama, sus manos empezaron a recorrer mi pacho y sentía como el calor de su esbelta figuras se pegaba a mi cuerpo, quemando como si estuviera tirado en la nieve, desnudo en pleno invierno, pase mis manos por su rostro deleitándome de su textura, ella cerró los ojos y me brindó el valor de tomar sus labios entre los míos en un beso apasionado y erótico metiendo mi lengua hasta el fondo de la suya, solté un gemido poco humano gruñendo como un animal en selo, ella metió su mano por debajo de la sabana que nos cubra y seguí el movimiento con la mirada, ella me estaba acariciando mi polla tan dura como el granito, sentía como su tibia mano bajaba mis bóxers y su mano recorría mi erección dándole el más rico de los placeres, creo que nunca había sentido algo así, seguía besándola, y nuestras respiraciones eran cada vez mas erráticas, sus jadeos se unían a los míos y pase mis manos, avariciosas por el camisón de satín que llevaba, sus pezones estaban rígidos tan duros que los sentía atabes de la delgada tela, baje las delgadas tiritas besando su cuello, ella seguía cubriendo mi polla con su mano, y sentía como me escurría del placer sin llegar al orgasmo, mis jugos de excitación salían lubricando mi erección, ella se giro sobre mi besando mi cuello, y quitándose el camisón por la cabeza, fascinándome con la visión de sus senos al aire, sin demorar me puse sobre mi codo y atrape uno de sus pezones con mi boca, lo succione, lo mordí y lo lamí, era delicado como ella pero mucho más dulce y delicioso, que nunca me hubiera imaginado, tome uno y otro al mismo tiempo, me la quería comer entera, estaba cada vez mas excitado y mas eufórico que quería que ella tomara la iniciativa me la quería follar hasta perderme en su cálida y llamativa humedad, ella curvó su espalda al tiempo que yo bajaba sus bragas, eran de satín también y fue muy fácil, su centro estaba a mi disposición, resbale dos de mis dedos en su interior, sintiendo su centro mojado, ella estaba tan caliente y dispuesta para mi, saque mis dedos y me los lleve a la boca saboreándolos con mi lengua, estaba lista, uno de mis dedos regresó a su posición resbalando por su clítoris dándole placer, ella jadeaba y doblaba la espalda casi tumbándose en mis piernas inútiles, mi polla esta palpitando y tan dura que dolía, era la primera vez desde el accidente que la sentía, y que llegaba a ponerse tan dura como estaba, ella giro su rostro y de un solo movimiento, la atrapo con su boca, sus labios se apretaron a mi erección que cantaba de alegría, ella se la estaba comiendo hasta el fondo, “Joder” se sentía tan bien, no estaba seguro de aguantar mucho, ella era la primera mujer que me tocaba desde el maldito fatídico día.

Sentía como mis bolas se comprimían estaban preparándose para explotar, ella tomaba mi erección tan duro que está como tocar el cielo en un día de verano, sus labios aferrados a mi polla con toda la fuerza de su succión, sus dientes raspaban la punta, en un gesto de tomar su cabeza y hundirla hasta el fondo, solo barias chupadas mas y explore en su boca, mi semen la atragantaba pero él le dio paso por su garganta tragando hasta la última gota, era lo más erótico que yo había vivido, ella enderezo su cuerpo lamiendo sus labios, con una sonrisa en ellos.

Toktoktoktoktok.

Abrí mis ojos mirando a mi alrededor, no lo podía creer había sido un jodido sueño, y la terapista estaba tocando a mi puerta, y yo bañado de la cintura a los pies, el sueño más rico que había tenido en mucho pero mucho tiempo.

___ Un momento por favor. ----- grite, ella tenía que esperar.

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HOLA CHICAS tómenlo con calme por favor miren que yo estoy peor que ustedes, necesito un vaso con agua bien fría. Jijijiiijijij. Este mi primer capi está dedicado a una de mis pervertidad numero uno amiga Susy sabes que te somos las peores de el mundo pervertido de los fics.

Niñas déjenme sus comentarios, y sugerencias de que les pareció el inicio de esta nueva historia les puedo asegurar que no es para personas de mente cerrada y con prejuicios, es para las que aman el buen lemmon.

O a las chicas que me pedían mi mail está en mi perfil lo puse por si me quieren contactar o me quieren recordar que tengo mamacita. Jejejejje.

GRACIAS COMO SIEMPRE SU AMIGA

SIV-LUNITA-SIV.